miércoles, 31 de octubre de 2007

Hundiendo el dedo en el andalucismo

No es por justificar mi reciente pasado profesional pero la verdad es que me siento andaluz, no sé si antes que gaditano, pero al fin y al cabo entiendo estos conceptos casi como sinónimos. El andaluz nace y se hace, el andaluz es aquel que se emociona recordando a José Manuel Caparrós, el andaluz es el que cree que la conciencia del 4 de diciembre está hoy dormida, andaluz es el que se emociona recordando la mano negra o los sucesos de Casas Viejas.

Soy andaluz, no puedo negarlo, y una gran parte de mi es además andalucista. Partiendo de esta base no entiendo los últimos acercamientos de la única formación andalucista con cierto sustento en nuestra tierra (PA) y el incipiente, aunque en la mayoría de casos equivocado, Partido Socialista de Andalucía (PSA).

Siempre he pensado que la unión hace la fuerza, pero después de todo este tiempo de desatinos (quien no recuerda los enfrentamientos de Pacheco y Rojas Marcos) no me creo lo de la unidad. El andalucismo como motor del cambio de nuestra tierra se demuestra en la lucha diaria, en el orgullo de nuestras raíces y nuestra historia, en el respeto y el estudio hacia nuestros valedores (Blas Infante, Cagigas, etc.), en saber que los jornaleros del ayer son hoy los obreros del sur, y no en un mero recuento de escaños, presupuestos y compañeros liberados. Mientras que los partidos que dicen representar al andalucismo no se den cuenta de eso, Andalucía y los andaluces seguirán teniendo su conciencia adormitada.

martes, 30 de octubre de 2007

Me da coraje

No sé si estaré demasiado marcado por mi condición de periodista pero no puedo con la manipulación malintencionada. Me siento cercano a Argentina, eso quizás me lo da mi condición de fronterizo, carnavalero y ribereño, y por eso me recela que se utilice el aparato de Estado para elevar al poder a una mujer cuyos únicos méritos políticos es ser esposa del anterior presidente.

No dudo de su capacidad de mimetización, e incluso considero que se trata de una mujer que tiene un carácter fuerte y que crea expectación allá por donde va. Es una leona y tiene una inteligencia muy aguda, cuida mucho sus aparaciones públicas, los actos a los que acude, el tratamiento hacia sus convecinos, etc. Puede ser la mejor del mundo, pero el pueblo argentino no la ha escogido, se la han escogido previamente, y eso me rechina enormemente.


Ya está bien de Anas Botella, Hillarys Klinton y Cristinas Kirchner…

viernes, 26 de octubre de 2007

A pies descalzos

Hace unos 8 años, cuando aún la gente de mi quinta se enfrentaba día a día a los trenes y autobuses, mis padres me regalaron un coche. Un Seat Ibiza gris plata con el que comenzó una nueva etapa de mi vida. Son muchos los recuerdos que guarda en su interior y son muchas las canciones que ha reproducido su magneto. Se me viene a la mente aquella que sonó hasta la saciedad hace un par de años y de la que Pepa tiene mucho que decir por ser la persona que más sufrió aquella sonora presentación. “Desde la profundidad…”

Que me pierdo. Os intentaba contar que hace escasos días mi coche dejó de funcionar y que amén de los lazos sentimentales que cada cual tiene con sus cosas he reparado en la necesidad de movilidad que existe en nuestro tiempo.

Antes, el tiempo era el mismo pero la forma en que pasaba se hacía diferente. Hoy necesitamos apresurarnos, abrirnos paso entre el calendario sin saber que al final todo se reduce a lo de siempre. ¿Tan necesario es un coche? Pues a pesar de parecer excéntrico, provocador del cambio climático y todas esas cosas banales que a veces se nos achacan a los conductores, Si. Para mi lo es, y os propongo que dejéis el vuestro aparcado durante un par de días, ¿a que se nota?.

jueves, 18 de octubre de 2007

Síndrome español

Vergüenza es lo que siento al comprobar que la Justicia en España, tal y como dijo Pacheco (genio y figura que más adelante analizaré en otra entrada), es un cachondeo. Acabo de leer que Carlos Saldaña, otrora dueño del pub Arny, queda en libertad condicional.

Y yo me pregunto, entonces, ¿aquella condena de 33 años de cárcel por prostitución de menores en qué ha quedado?. Si no me equivoco, este hombre pasó 9 meses de prisión provisional entre octubre de 1995 y julio de 1996, y tras la confirmación en el Supremo de la sentencia emitida por la Audiencia de Sevilla volvió a ingresar en abril de 2000 y cumplió su condena en las cárceles de Huelva, Madrid y Sevilla. En suma se trata de unos 7 años y nueve meses. ¿Quién cumplirá entonces los 25 años que aún le quedan?. De todas formas, el Pub sevillano en Plaza de Armas ya no es lo que era…

lunes, 15 de octubre de 2007

Alentando a las masas

He decidido titular mi blog “La guerra de los mundos” por que me encanta imaginar la gran repercusión que pueden llegar a tener los medios de comunicación. Creo que esa es una de las ilusiones que todo profesional ansia en su rutina. Quizás, algún día consigamos activar la tecla de la repercusión regional, nacional o mundial.

Los medios de comunicación tienen un poder inusitado. En un tiempo donde reina la imagen, las prisas y los titulares, donde nadie tiene tiempo para informarse por sí mismo el periodismo se reinventa como un gran poder. No sé si será el cuarto, pero será mejor que ninguno de los anteriores le bata en duelo, por que el resultado puede asustar.

Somos una nueva generación de periodistas y entre nosotros puede estar el Orson Welles del siglo XXI, compañeros, ánimo y a inventar una nueva guerra.

domingo, 14 de octubre de 2007

A la atención del consumidor

Hace tiempo que vengo pensado abrir este pequeño espacio de compromiso y reflexión. Días y días he disfrutado con la inmersión en los textos ajenos, blogs de amigos y compañeros que me han acompañado en esta etapa de iniciación.

No prometo nada ni tampoco espero respuesta. No me comprometo a continuar cuando se haga una rutina inútil, ni me limitaré a actualizar cual iluso obrero alienado. Mis credenciales son escasas y mi conciencia pueril, mis gustos conocidos y previsibles, y mi forma de observar la vida bastante rutinaria. Por eso tampoco creo que mi ausencia prolongada dañe a nadie más que a mis ganas.

En fin, espero mantener la llama encendida durante, al menos, el escaso tiempo que tarde en desfallecer.

Bienvenidos.