viernes, 28 de octubre de 2011

Desasosiego

A veces me siento tan solo que ni la soledad es mi compañera. A veces sigo buscando el cobijo de un achuchón de niño. A veces sigo buscando aquella mano llena de arrugas que me lograba sacar de estos estados de ánimo.


La vida tiene momentos malos, buenos y regulares, y a pesar de ello hay que vivirla. No podemos renunciar al enfado porque forma parte de este mundo al igual que la alegría.

Hay muchos idiotas que dicen conocer el significado de los sentimientos, y yo no soy menos idiota que ellos, para mí el significado de los sentimientos es aquel que se recuerda tras días de haberlo vivido. Ni yo soy tan malo ni el resto es tan bueno, ni si quiera a la inversa. Quizás ni si quiera estoy tan solo como me siento. Pero la vida juega a veces a trucos como el de hoy.


Hay noches en las que me planteo toda la vida, mi lugar en el mundo y mis frustraciones. Hoy toca reflexión.

martes, 25 de octubre de 2011

Insomnio

Padezco de insomnio, pero es algo especial. Siempre he dormido poco, quien ha vivido conmigo lo sabe bien.

Desde que era pequeño rellenaba esas horas muertas en la cama escuchando un viejo casette con carnaval. Ahora no sé si tengo insomnio por falta de sueño o por sobra de melodías. Desde aquellos años de impaciencia infantil cubro mi soledad de horas nocturnas con carnaval. No hay un solo día en mi vida que no escuche nada de carnaval. Hay quien no se lo cree, pero puedo prometer y prometo.

A veces escucho lo mismo durante toda la noche, otras descubro algo nuevo. En realidad siempre descubro algo nuevo, aunque conozca la copla, aunque me sepa la letra, aunque haya visto el video mil veces. Un gesto, un quejío, una frase que hace pensar, un dato historico...

El carnaval es el dueño de casi todas mis noches. Ya no sé si padezco de insomnio o es una enfermedad que necesita mi cuerpo para seguir robándole pasodobles a las noches.

Os dejo con una joya por la que merece la pena perder el sueño.

lunes, 10 de octubre de 2011

Cecilia

Poco más se puede añadir a la foto. Nació bonita y ahora está aún más guapa.

Qué suerte ha tenido de nacer donde ha nacido. Y qué suerte tenemos nosotros de poder disfrutar de su sonrisa.

El domingo engañé a 7 amigos para hacerlos pasar por Cortegana y el resultado mereció la pena.

Quiero pensar que nota la alegría que siento cuando la tengo en mis brazos aunque sé que es imposible. Y quiero pensar que me reconoce.

Sé que no es así, y tampoco me importa, yo he disfrutado tanto viéndola por segunda vez que me vuelve a compensar los kilómetros y el engaño piadoso.

Pd. Después de todo pasamos un día de sierra estupendo y comimos de maravilla.