jueves, 28 de mayo de 2009

Rocío

Mañana experimentaré una nueva sensación. Haré el camino del Rocío con la Hermandad de la Palma del Condado.

Yo no soy rociero y prefiero expresar mi fe y mis valores cristianos en Semana Santa, pero tengo ganas de vivir de nuevo esos momentos cargados de mágia y simbolismo.

Ver atardecer andando por un camino de arena guiados por el brillo de la crestería de plata de una carreta rociera es una sensación preciosa. Emocionarse, compartir el esfuerzo, escuchar los vítores, cantar, reir, llorar...

En el Rocío todo es diferente. Es la expresión conjunta del sentir de un pueblo. Un lugar donde se desatan los sentimientos más internos de muchas personas. Prometo contaros mi experiencia.

Triplete

Toque, toque y toque, una maravilla para el fútbol. Este año deportivamente ha salido perfecto. El Cádiz ha ascendido y el Barcelona ha hecho história ganando la Liga, la Copa y la Champions. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto viendo un partido de fútbol. Ayer se produjo otra de esas noches memorables en las que el fútbol se impone. Con messi, Puyol, Piqué, Xabi, Iniesta, Eto´o... todo es más fácil.

domingo, 24 de mayo de 2009

Submarino Amarillo

Hay cosas que se nos escapan, hay sentimientos que la vida decide por ti y únicamente te deja la opción de asumir o renegar. Yo soy gaditano y cadista gracias a la vida, y además me siento orgulloso de ello.

Hoy recuerdo la primera vez que fui al Carranza, la primera vez que me senté en aquel fondo Sur ya derruido, la primera vez que mi padrino Bermúdez me contó qué significaba aquello, y la primera vez que vi a un mago del balón. Llené el suelo de cascaras de pipas, vibré con jugadas de Mágico González, vi rivales muy fuertes y jugadores de primera.

En Cádiz ni el sol quiere perderse los partidos, es como si la vida durante un instante se detuviera y se aparcara todo excepto el fútbol. En Cádiz la pelota rueda de forma diferente.

Ahora recuerdo esos momentos como si los acabara de vivir. Ser Cadista es algo más que defender unos colores y animar a un equipo. Es un sentimiento que trasvasa los cauces de la razón.

Del ropero de mi habitación cuelga una bufanda azul y amarilla, ahora la veo y me emociono, hemos logrado el ascenso. El año que viene jugaremos en segunda, pero lo que nadie puede dudar es que el Cádiz es un club, un equipo y una afición de primera.

miércoles, 20 de mayo de 2009

lunes, 11 de mayo de 2009

Reconocimiento

Gracias al pasado machista que ha envuelto durante muchos años nuestro país aún se nos hace dificil ver llorar a un hombre. Yo el martes en la grabación de un programa de Canal Sur (Alégrame la Vida) vi llorar a un hombre. Ayer se emitió y aún conociendo la historia y habiendola visto en directo me volví a emocionar.

Juan Antonio Gaviño es un gaditano que ama el carnaval y al que una enfermedad le ha dejado practicamente sordo. Incluso con una sordera casi completa ha salido en comparsas de primera línea y cantando con fuerza, haciendo un sobresfuerzo que muy pocos aficionados pueden imaginar. Gavi, como se le conoce popularmente en el carnaval es un hombre sincero, alejado de disputas banales y por encima de todo amante del carnaval. Ha conquistado numerosos premios y ha formado parte de uno de los grupos más importantes de la historia del carnaval de Cádiz (la comparsa de Antonio Martín).

Sus amigos querían homenajearlo y le cantaron una letra que Jose Luís Bustelo había escrito para él. Sus lágrimas eran de felicidad, las mías de reconocimiento, las de sus amigos de cariño y las de su familia eran lágrimas de apoyo. Yo amo el carnaval y ejemplos como el de Gavi me hacen sentir orgulloso de mi tierra, de mi gente y de nuestras tradiciones.

Gavi merece el reconocimiento del mundo del carnaval pues a él le ha entragado todo, incluso sus oidos. Ya es hora de que el máximo galardón de estas fiestas se humanice y que se le entregue a quien lo merece, haya salido 25 años o no.

Gavi ya no podrá escuchar la melodía suave de un pasodoble, ni podrá oir la segunda o el contraalto de una cuarteta de popurrit, pero eso es lo de menos, siempre podrá llevar en su corazón el reconocimiento de sus amigos, eso es lo más grande, más si cabe que cualquier antifaz de oro.

Gracias por ser un ejemplo en un mundo que a veces no es lo que debería. Gracias por enseñarnos carnaval.

jueves, 7 de mayo de 2009

Alegría

Hay veces que no me explico cómo el fútbol puede producir tantas sensaciones, pero ayer descubrí que no hay que hacerse esta pregunta porque los sentimientos escapan a la razón. Desde chico soy del Cádiz y del Barça. Lo del Cádiz es obvio y lo del Barça me viene por mi padrino Bermúdez, y además porque era el equipo que mejor fútbol hacía a principio de los noventa (años en los que mi entendimiento ya razonaba).

Ayer me observé nervioso durante todo el partido, y sentí que el corazón se me salía cuando Iniesta metió el gol del empate que clasificaba al Barça para jugar la final de la Copa de Europa. Salté, me emocioné, abracé a gente que ni conocía, disfruté y me sentí feliz en ese momento. No puedo explicarlo pero fue así.


En la vida estás siempre sometido a un debate, a una elección, y la mía desde chico fue ser amarillo y blaugrana. Y casi por arte de magia lo siento y lo vivo como si me fuera algo en ello. Ayer el fútbol me emocionó y me tuvo durante toda la noche con un pellizco en el corazón. En estos tiempos en los que la vida se vive rápida, demasiado rápida, momentos como el de ayer hacen dulcificar las cosas, aunque solo sea un deporte.


Pd. Además ayer el Barcelona vestía de amarillo, que más puedo pedir, jajaja.

lunes, 4 de mayo de 2009

Recuerdos

Ya ha terminado la Feria de Sevilla y yo la he disfrutado al máximo. No ha habido día libre en mi calendario festivo, no ha habido momento en el que no me sintiera rodeado de gente a la que quería. Pero sin embargo el jueves al cruzar la portada me dió un ataque de emoción. No sé por qué pero se me vino a la mente algo que creía tener olvidado. Me recordé con cuatro o cinco años, quizás seis, de la mano de mi abuela y junto a mi hermano.

Mi abuela solía hacer eso. A pesar de tener casi 80 años ese sábado nos levantaba temprano (a mi hermano y a mí), cogía con nosotros dos el tren desde Cádiz dirección Sevilla y de allí a la Feria. He recordado perfectamente cómo iba de su mano recorriendo las calles del Real, y cómo nos montaba en algunos de los cacharritos de la Feria.

Luego nos sentaba en cualquier escalón de camino a la estación y nos daba un bocadillo que ella mismo había preparado muy temprano. A mi me sabía a gloria. Nunca olvidaré esa Feria y el amor que ella le tenía a las costumbres de esta ciudad. Cuando llegábamos a casa, cansados de todo el día, ella me preparaba el baño y me acurrucaba en la cama.

Me lo he pasado en grande junto a mis amigos en la Feria pero en ese momento, el jueves mientras pasaba por la portada, lo hubiese cambiado todo por volver a ir de la mano de mi abuela, aunque ni si quiera existiera la Feria.