jueves, 7 de noviembre de 2013

Espera vital

El cristal de mis gafas soporta el agua del oceano marrón que recubre mis pupilas. Las gotas de emoción se detienen en ellos cuando recreo su imagen en mis brazos sin necesidad de más. Las 5 letras de su nombre hacen estremecerme de ansiedad en la espera de que su cuerpo tibio contacte con el mio.

Su llanto será la risa más maravillosa de mi mundo. Su peso será la carga más liviana para mi vida. Y su cara será el reflejo de la felicidad de un padre que desde ese momento estará en deuda con el destino.

Cada día que pasa mi piel va tomando una textura especial en una especie de ensayo para que la propia emoción del momento no fracase en su obligación de erizarme. Aún no te conozco y ya daría la vida por ti. Aún no te he besado y me muero por sentir un beso tuyo. Aún no te he dado la mano pero sé que contarás con ella siempre.

La vida me hace feliz y aún me ofrece algunas semanas de margen para disfrutar las vísperas de tu encuentro. Jamas pensé que envejecer daria tanta vida. Ojalá corra el reloj para que mi vida se llene de la luz que su cariño me tiene preparado.

Ojalá pueda sentir todo lo que lo queremos. Ojalá sepa que con su vida la mia tiene sentido.

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