miércoles, 7 de diciembre de 2011

Ni a los talones

No había visto hasta ahora el altercado de Bebe con los compañeros de la prensa… Doy por sentado que esta niña no ha tenido que sacar más de un 7 en su expediente y mantenerlo en selectividad para poder estudiar una carrera. Doy por sentado que esta niña no ha tenido que estudiar cuatro o cinco años fuera de casa gracias al esfuerzo económico de sus padres y cocinándose macarrones de cuando en cuando.


Doy por sentado que no ha tenido que ejercer de becaria en una empresa en la que a pocos le importabas. Doy por sentado que no ha tenido que aceptar un contrato basura con el deseo de que pronto le ofrezcan algo digno. Doy por sentado que no ha tenido que quedarse hasta las 1 de la mañana cerrando una edición. Doy por sentado que no se ha pateado la carretera buscando el reportaje más oportuno.


Doy por sentado que no ha tenido que verse despedida cada verano o cada final de temporada. Doy por sentado que no ha sufrido la inestabilidad de esta apasionante profesión. Doy por sentado que no ha escrito ningún texto o guión que haya conmovido a nadie. Doy por sentado que no ha tenido que tragar saliva para seguir grabando un plano. Doy por sentado que no se le ha caído un tema cuando llevaba días produciéndolo.


Doy por sentado que no ha tenido que pasar por nada de esto simplemente porque ella no valdría para pasarlo. Ser periodista es mucho, pero querer serlo es mucho más. A día de hoy es meritorio dedicarse a mi profesión, es saber de antemano que antepones un sentimiento y una pasión a tu vida. Es entregarte a una causa que apenas ofrece recompensa, pero que enorgullece como si lo hiciera. Ser periodista es mucho más integro y más honesto que cualquier chiste mediocre o cualquier insulto zafio.


Señora Bebe, ser periodista es algo que a usted le queda muy grande. Por favor, limítese a no caer en el ridículo más. Cualquier aprendiz de periodismo, cualquier chaval ilusionado de primer curso podría dejarla en pañales si se lo propusiese.


Si sigue bebiendo de la ignorancia siempre hará el ridículo, ¡qué tristeza!.

No hay comentarios: