Hoy te he echado mucho de menos.
Hubiese sido un día precioso para disfrutarlo juntos. Como aquellas veces en
las que de la mano me llevabas al Carranza. Como aquellos días en los que me
contabas miles de historias sobre jugadores en blanco y negro que yo ni podía
imaginar.
Hoy hubiese sido un gran día para
ver el fútbol juntos, tal y como lo hemos hecho siempre, tal y como nos gustaba
hacerlo.
Nuestro Cádiz, siempre más tuyo
que mío, se jugaba un nuevo ascenso y como muchas otras veces, hoy ha perdido.
Estamos acostumbrados a estos sinsabores, pero yo no termino de acostumbrarme a
tener que padecerlos sin ti.
Tú me hubieses levantado el ánimo
con tan solo mirarme. Tú me hubieses explicado nuevamente que el fútbol es así,
que solo es un deporte, que lo verdaderamente importante es pelear el objetivo
y te habrías mostrado seguro de que el año que viene lo lograríamos.
Cuanto más avanza mi vida más
trato de parecerme a ti, pero más difícil me resulta hacerlo. Sé que hubiésemos
vuelto del partido riendo y sin embargo hoy lo he hecho casi llorando, pero no
por el fútbol sino por lo mucho que te echo de menos.
Jamás
encontraré en la vida a alguien tan bueno como tú. Hace ya 8 años que no vemos
el fútbol juntos, y hoy te he echado mucho de menos porque hubiese sido un día
precioso para disfrutarlo juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario