sábado, 23 de febrero de 2008

Tiempos difíciles

Tengo muchas cosas que contar, pero no tengo ganas de escribir. Imagino que si no fuera por estos momentos la vida se volvería monótona. A veces tienes que sentirte mal para valorar los momentos buenos. Todo cambia, tiene un significado distinto, o incluso no tiene significado. El vacio tarda en llenarse o no se llena. De chico mi abuela me decía que nunca dejara de luchar por las cosas que quería, que aunque los tiempos cambiaran siempre había motivos para luchar; le doy la razón, como siempre hago. A veces pienso que los años pasan sólo para que le vuelva a dar la razón. Ojalá estuviera conmigo. Nos entendíamos bien. Hacíamos una pareja fuerte. Desde entonces siempre he buscado esa mitad. A veces creí encontrarla, y a veces creí equivocarme. En fin. Cuando parece que dejo de necesitarla, vuelvo a equivocarme. Ojalá la lucha de resultados. Estoy seguro que sí y confío en mí. Siempre lo hice.

7 comentarios:

Luis dijo...

Lo bueno de los tiempos difíciles es que se acaban, se superan, se aparcan, se van olvidando y se empieza a disfrutar, más y mejor, los nuevos momentos. Es lo de siempre. Está escrito. Después del pico bajo viene uno alto. Seguro. Sólo hay que ser consciente de en donde se está en cada momento, afrontarlo, ser valiente y ser uno mismo. Ya está. Lo demás viene solo. Seguro.

Sr. LEÑA dijo...

A mi mi abuela siempre me decia que me pusiera un saquito antes de salir a la calle, que podía hacer frio. Y siempre le hice caso.

Nina Raval dijo...

Ea, ea... un rato en el gimnasio, una(s) copita(s) de vino, una bolsa de pistachos y un GT3 entre amigos y la sonrisa te sale. No es exactamente lo que me aconsejaba mi abuela, pero el resultado es el mismo que ella deseó siempre para mí. Así que, vale.
n.

Antonia dijo...

Pues la mía, me decía siempre que cuando algo pasa es por algo. Tranquilo. Todo pasa y todo queda. Eso es lo bueno de la vida.

julio dijo...

Mi abuela fuma

Anónimo dijo...

Estar mal tampoco es una tragedia.

Con lo bonito que es una persona con la espalda un poco encorvada por el peso de las circunstancias, mal aseada, con la camiseta por fuera y un poco arrugada, como si viniera de dormir en un portal.

Con lo interesantes que resultan los hombres mal afeitados y con ojeras adornándole los ojos, que hasta los más vulgares de los pardos, parecen querer decir algo, cuando están tristes…
Con lo que viste un lamento a tiempo, un quejío dicho en su sitio…

Con lo que mola un tío hablando sólo por la calle, cantando una canción de amor que se sabe de sus tiempos mozos, o sentado en una esquina de un bar, con un cuaderno y un lapicero, escribiendo lo que parecen ser los versos más tristes, al menos, de esa noche.

Estar bien, sin duda tiene sus ventajas, pero no le neguemos a la desgracia, el buen aspecto que nos puede proporcionar.

Los días despejados son buenos para estar en una terraza tomando una cerveza, pero sin los días de lluvia no habría ni plantas, ni poemas, ni paraguas en la calle, así que, cuando se presenten…, recibámosles como se merecen.

Angela dijo...

Hoy me ha dicho un loco de UGT, todas las mujeres de esta oficina sois bellas, pero si el mundo se limitara a este microcosmos, todas serias feas, porque lo bello se define en contraposición de lo feo. En fin, está loco, pero tiene mucho q ver con la rueda de LUIS y el texto inspirador del ANÓNIMO ¿quién eres? Estoy muy de acuerdo con tu abuela y con el ratoncito y sus copitas de amigos con los amigos. Por cierto, Julio, mi padre me contó una vez q si de chico alguien le decía "tu abuela fuma" era motivo suficiente pa liarse a puños! jaja, bueno, cuando estás jodido al menos está bien tener algún motivo pa lo q sea. ANIMO JJ