jueves, 5 de noviembre de 2009

Harto

No entiendo por qué en mi propia calle tengo que pagar para aparcar. Odio que una empresa adjudicataria se crea en el derecho de pintar de azul los aparcamientos de libre disposición que tiene una ciudad.

El suelo, las calles, no les corresponden a los Ayuntamientos. No son éstos los que pueden vender su explotación a cambio de jugosas cantidades económicas, no. El suelo, las calles, son patrimonio de los vecinos, de los viandantes, de los que cada día pasean por ellas, y de los que poco a poco ven como les roban lo que hasta hace poco era lo poco que les quedaba.

Las calles ya ni si quiera son nuestras. Es una pena y a mi me rechina. Yo reivindico las calles antiguas dónde se jugaba, se corria, se pintaba, se descansaba, se paseaba... en una palabra se disfrutaba. Eran otros tiempos, que por supuesto y por nuestro bien, no volverán. Yo no reivindico la recuperación del pasado pero sí la perdida de su espíritu.

Vivo en una ciudad que cada día tiene menos de Andalucía y más de globalización y capitalismo. Apoyo el avance, pero siempre sabiendo hacia donde avanzamos. Además, ¿para qué estoy pagando entonces mi impuesto de circulación?, ¿no se trata de un impuesto que me justifican como un canon por utilizar la via pública?, ¿no es lo mismo que me quieren cobrar en esas maquinitas dehumanizadas?.

Odio ver de azul mis calles y tener que aparcar en el quinto pino para regresar andando. Lo tengo claro, yo no les pago a quienes me quitan mi calle. Que les pagen otros.

1 comentario:

Antonia dijo...

Totalmente de acuerdo contigo. Tío, es muy heavy esto de la zona azul. En Madrid, en casi todas las calles de la ciudad tienes que pagar para aparcar. Un despropósito, ¡vamos!