
Los medios de comunicación tienen un poder inusitado. En un tiempo donde reina la imagen, las prisas y los titulares, donde nadie tiene tiempo para informarse por sí mismo el periodismo se reinventa como un gran poder. No sé si será el cuarto, pero será mejor que ninguno de los anteriores le bata en duelo, por que el resultado puede asustar.
Somos una nueva generación de periodistas y entre nosotros puede estar el Orson Welles del siglo XXI, compañeros, ánimo y a inventar una nueva guerra.
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